Más de cuatro millones de personas viven en condiciones políticas y económicas extremadamente difíciles y con la libertad de movimientos limitada en Gaza, Cisjordania y Jerusalén Este.

Aun así, en medio de estas circunstancias angustiosas derivadas de una ocupación que hace cuarenta y nueve años que dura, la población ha logrado hacer pervivir pequeños placeres cotidianos.

Este proyecto se fija, con un agudo sentido del humor, en esas pequeñas delectaciones de la vida diaria de los palestinos, que no son en absoluto insignificantes, y nos revela unas realidades que contrastan fuertemente con las imágenes que nos suelen llegar de la región, centradas en la violencia y el conflicto.