De todas las figuras de la generación de Xavier Miserachs, Leopoldo Pomés es quizás el más inclasificable. Fotógrafo, publicista, escritor, diseñador, restaurador y gastrónomo, contribuyó de manera considerable a la renovación de la mirada del país en unos años de grisura y oscurantismo.

A pesar de las diversas actividades que desarrolló a lo largo de su prolífica carrera nunca dejó de fotografiar. En realidad, Pomés se consideraba esencialmente fotógrafo.

Fue galardonado con la Medalla de Oro al Mérito Artístico del Ayuntamiento de Barcelona, el Premio de Artes Plásticas de la Generalitat de Cataluña (1998), la Creu de Sant Jordi (1999) y el Premio Nacional de Fotografía (2018).

“Después de todo”, comisariada por Karin Leiz y Juliet Pomés Leiz, propone una lectura nueva y diferente de las imágenes del autor. Una combinación de copias de época conocidas con otras inéditas que muestran unas características constantes y muy insistentes, a veces obsesivas en su producción, que no siempre han podido apreciarse en las numerosas exposiciones realizadas a lo largo de su vida.