Fotógrafo de afición y banquero de profesión, Pere Palahí Bach-Esteve aprovechaba el tiempo que le quedaba libre para fotografiar paisajes y personajes de su entorno. Sus primeras imágenes datan de los años veinte del siglo pasado, momento a partir del cual siguió fotografiando infatigablemente.

“Retratos de felicidad efímera”, comisariada por Enric Bruguera, muestra una selección de imágenes inéditas, escogidas de entre los más de 4.000 negativos y placas de vidrio depositados por su familia en el Archivo Municipal de Palafrugell, que va desde mediados de los años veinte hasta el fin de la guerra civil. El título de la muestra hace referencia a la mezcla de ingenuidad y felicidad que desprenden las miradas de las personas retratadas y la del fotógrafo. La juventud, los inicios de la popularización del arte de la fotografía, el espacio de entreguerras de los años veinte y principios de los treinta, la estrenada libertad de la Cataluña republicana y la naturaleza ampurdanesa como espacio de recreo y placer se mezclan para reflejar la sensación de una época de felicidad que se mantiene grabada y suspendida en el tiempo gracias a la magia de la fotografía, a pesar de que la historia, desgraciadamente, se encargara de cambiarla completamente al cabo de muy poco tiempo.

La exposición está distribuida en dos espacios diferentes.